La comunicación con Los animales

2014-04-11 15:59

Se dice que el elefante Indio a veces llora…
(Charles Darwin)
¿Será posible que mis mascotas sean capaces de leer mis pensamientos? Esta es una pregunta que más de una persona que tiene perro o gato, se ha hecho varias veces a lo largo de su convivencia con su compañero del reino animal.
A mí al menos me han sorprendido más de una vez cuando, por ejemplo, tengo que llevar a uno de los gatos al veterinario y llegado el momento, tener que ir a buscarlo porque se ha escondido. O pensar en bañar al perro, y ver como se esconde debajo de su manta como si la cosa no fuera con él.
Pues sí, los animales son capaces de leer nuestros pensamientos, emociones e intenciones. Es una habilidad innata tanto en el ser humano como en los animales. Marlo Morgan describe en su libro “Las Voces del desierto”, como los aborígenes australianos aún hoy en día se comunican telepáticamente. Lo que pasa es que según va pasando el tiempo y aprendemos a comunicarnos verbalmente, el ser humano se va olvidando poco a poco de esta habilidad.
Sin darnos cuenta seguimos emitiendo pensamientos y sentimientos, que a su vez son captados por los seres que nos rodean, ya sean humanos o animales.
También los animales son capaces de captar nuestras intenciones, miedos y deseos, y responden de una forma mucho más sutil a nosotros que lo que la ciencia quiere reconocer. Científicos innovadores como por ejemplo Rupert Sheldrake (“Perros que saben cuando su amo vuelve a casa”) reconocen que los animales tienen habilidades que el ser humano ha perdido a lo largo de los siglos.
Si queremos comunicarnos con los animales tenemos que reconocer ante todo que, aunque son muy distintos a nosotros, también son seres espirituales, con sus sentimientos y emociones. Son parte del universo, además con una misión muy clara. Cada vez son mas las personas que se dan cuenta de ello y que están dispuestos a recuperar ese puente entre el reino humano y el reino animal, reconociendo que todos somos Uno, y que por lo tanto la comunicación entre especies tiene que ser posible.
El problema es que el ser humano se cree dueño del mundo y tiene la tendencia a enfocar cualquier existencia de vida bajo su prisma, pero los animales perciben su existencia de una forma mucho mas sencilla. Ellos no pretenden ser lo que no son, viven su existencia tal como es, y además completamente en el aquí y ahora. Convivir, observar e interactuar con un animal nos enseña mucho, no solo sobre ellos sino también sobre nosotros mismos, siempre y cuando les permitamos “ser” y no intentemos “humanizarlos”
Desde que los animales han sido domesticados les estamos exigiendo vivir en un hábitat completamente antinatural para ellos. Muchos perros están encerrados en un piso durante largas horas, y solos, sin embargo en libertad vivirían en manada con una vida social muy activa.
La persona que se da cuenta de que no tiene tiempo para pasear a un perro, se hace con un ser tan libre como un gato, pidiéndole además que duerma de noche, sin poder salir fuera. Y muchos son los caballos que se encuentran durante días encerrados en cuadras demasiado pequeñas, sin apenas poder moverse. En este punto los problemas de comportamiento están a la vuelta de la esquina, y entonces el ser humano enfoca la situación bajo su punto de vista y sus necesidades, sin preguntarse como estará viviendo el animal esta situación desde su perspectiva.
He observado a lo largo de los años que mis compañeros del reino animal (es que me cuesta un poco hablar de “mi” gato o mi perro, o de que soy “dueña” de un caballo), me han permitido ver mas allá de su forma física y verles cada vez más como un espíritu encarnado en una forma física simplemente diferente a la mía. Desde el respeto me han permitido llegar a una profunda comunicación. Y me ha sorprendido enormemente la capacidad que tienen de captar mi estado de animo. Nunca olvidaré el momento en que abracé a mi yegua en busca de consuelo, y como me hizo llorar al sentir de repente una energía de amor que empezaba a fluir entre ella y yo.
Comunicarse con otra especie es algo que podemos aprender, o mejor dicho, recuperar. Necesitamos ejercitar de nuevo esta facultad olvidada que es la telepatía, y volver a fiarnos de la intuición.
Hace varios años llegó un perro nuevo a nuestra casa y mi gata Blues se vio tan invadida que decidió marcharse. Estaba desesperada por encontrarla y decidí dejar notas de que la estaba buscando, en las casas del vecindario. De vuelta hacia casa, de repente recibí una imagen de ella, “diciéndome” dónde se encontraba, y que no se atrevía volver a casa por culpa de los perros. Cuando la encontré me comunicó que estaba muy disgustada conmigo por haber tardado dos días en ir en su búsqueda. Ya sabemos como son los gatos ¿verdad? ¡Muy suyos! A partir de este momento he tenido muchas experiencias de este tipo, tanto con el animal presente como a distancia.
Cuando queremos comunicarnos con nuestra mascota es importante no proyectar nuestros propios pensamientos y sentimientos. Hay que intentar crear un espacio de quietud, sin pensamientos, ni expectativas.
También es importante entender que no todos los animales están deseosos de “hablar” con nosotros. A lo largo de los años más de una vez me he encontrado con animales que habían perdido por completo la confianza en el ser humano y por lo tanto ni siquiera nos querían dar una oportunidad. Pero también es verdad que la gran mayoría están deseosos de comunicarse con nosotros.
Estamos viviendo momentos de grandes cambios. Muchas formas de pensar que han sido validas hasta ahora, ya no lo son. Nos encontramos inmersos en un proceso de crecimiento personal, cuestionándonos, entre otras muchas cosas, nuestra relación con los animales. Aprender a comunicarnos con los animales, o al menos abrirnos a la posibilidad de que esto sea posible, también nos pide mucha responsabilidad en relación a ellos. Para mi ha sido en ocasiones muy doloroso ver lo que estaba pasando y no poder poner remedio, porque el “amo” del animal no querría implicarse por falta de sensibilidad.
Pero también nos ayudará a que lleguemos a una mayor comprensión de quienes son, quienes somos nosotros, y cual es el papel de cada uno en este juego que es la vida.

Por Jeannette Kok